Nuestro objetivo es ayudar a las personas a recuperar, mejorar, potenciar y conservar su bienestar psicológico y vital.
Desde la evidencia científica sobre la efectividad de la psicoterapia para el abordaje de las dificultades de la vida, apostamos por un enfoque humanista, centrado en los recursos terapéuticos inherentes a la propia persona. ¿Por qué evidencia? Porque no todo es psicoterapia, hay formas, técnicas y un largo bagaje en la psicología que ofrece maneras de abordar los conflictos y dificultades de las personas de forma más eficaz que otras.
Sin embargo, la intervención psicoterapéutica y sus beneficios, sólo son posibles en la medida en que la persona es un agente (a diferencia del ‘paciente’, que ‘espera’ ser 'curado') que se implica en su búsqueda personal. Por ello promovemos intervenciones consensuadas y buscamos fomentar la autonomía personal.
El equipo fundador del instituto se caracteriza por su larga experiencia en el trato con personas desde la vertiente social, educativa y terapéutica. La empatía es nuestra seña de identidad: a través de la escucha atenta y activa y la aceptación incondicional, buscamos cómo contribuir al alivio, mejoria, y al apoyo de las personas.
“La empatía no está reñida con la ciencia”, decía el gran biólogo Robert Sapolsky. Dentro de este marco, creemos y buscamos el rigor científico en nuestro trabajo.